Reseña sobre "Chapadmalal" para Arte al Día, por Viviana Saavedra





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Marcel Antelo. Chapadmalal
por Viviana Saavedra
La palabra escrita en cursiva enlaza las letras, las dibuja. Es, naturalmente, contenedora: le da organicidad a la palabra.
Chapadmalal (en cursiva), es el título concedido por Marcel Antelo a esta instalación fotográfica. “La palabra chapadmalal es de origen araucano y significa corral pantanoso, esto constituye una ironía toponímica, ya que no tiene nada de corral ni tampoco de pantano. “En mi historia, es el nombre adecuado”, señala Marcel en el texto de catálogo que ella misma se encargó de escribir. Tal vez la cadencia de la palabra escrita en cursiva sea capaz, con su ritmo exquisito, de poder desdibujar las contradicciones que pueden habitar en un vocablo al momento de usarlo, y sobre todo, de resignificarlo.
El relato comienza con la proyección de fotografías rectangulares a color de los años 70. Podrían ser las fotos de cualquier familia que, por esos años, vacacionaba en las costas argentinas. Son fotografías tipo, “fotos caseras fuera de foco”, apunta Marcel. Imágenes borrosas para la vista, pero que se tornan bien definidas a la hora de constituir una parte de la historia personal.
Es necesario descender las escaleras hasta el sótano de la galería para continuar la historia. Allí aparecen en serie las fotografías de pequeño formato (impecablemente enmarcadas) que re-tratan aquel lugar de las vacaciones de la infancia. Son fotografías digitales sin retoques tomadas en 2010. En simultáneo, aparece la voz inofensiva de una niña en forma de discurso ininterrumpido, en el que se puede escuchar, entre tantas frases, “la dignidad de ser un niño aplicado…”.
Las fotografías se centran especialmente en captar la reglada arquitectura pabellonaria del complejo turístico de Chapadmalal bajo un cielo plomizo. La melancolía solo toma cuerpo en las imágenes de vacíos juegos infantiles que, sin pasado ni futuro, se alzan de cara a un mar remoto. La figura humana queda prácticamente ausente. Hay sólo una fotografía realizada con la técnica de impresión lenticular en la que aparece (y desaparece), según el punto de vista, la figura de la madre de la artista, una imagen fantasmal que no logra incrustarse en el paisaje. Una ilusoria tercera dimensión que ronda en un sinfín de presencias y ausencias.
¿Cómo nos mira lo que vemos después de tanta distancia? Pareciera que el mar no es aquí lo profundo, lo profundo queda de algún modo (extrañamente) encallado en la costa, esa zona cambiante de límites dudosos e imprecisos. Existe un plan: volver a habitar ese espacio-tiempo al conjuro de la fotografía que exorciza, para volver a ocupar “el Chapadmalal de mi infancia, de sonidos ahogados…”
La distancia crítica permite, a veces, re-apropiarse de algunas cosas para darles un sentido nuevo (sanador, tal vez). Quizás sea cierto aquí, también, que la distancia es la forma espaciotemporal del sentir, como escribía Erwin Straus.
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Marcel Antelo. Chapadmalal
Galería Wussman, Venezuela 570.
Hasta el 11 de noviembre
Lunes a Viernes de 14 a 20 hs. Sábados de 11:30 a 13 hs.





Mar de sueños

En una sociedad que vive bajo un régimen dictatorial, la opresión puede sentirse a distintos niveles. A quienes les tocó ser niños durante la última dictadura militar, muchos momentos inexplicables de su infancia tomaron un significado diferente cuando pudieron entender, años después, que habían vivido una época peligrosa, de violencia y crímenes organizados desde el poder estatal.
Marcel Antelo va ahora en busca de esos ambientes enrarecidos y familiares, donde nada se explicaba, todo se imponía. Sus imágenes se concentran en la arquitectura, por un lado, en ese complejo de diecinueve bungalows y nueve hoteles ubicados a treinta kilómetros de Mar del Plata que se conoce con el nombre de Chapadmalal. Los edificios fueron construidos a partir de un decreto del peronismo en 1945, terminándose su construcción en 1954. Los Hoteles 1 y 2, de mayor categoría, fueron destinados a la clase dirigente desde el principio. A partir de 1976, en esa arquitectura pabellonaria y paisajes marítimos se mezclaba “el descanso de la familia obrera”, según la idea de Perón, con “militares de rangos más altos y familias acomodadas”, explica Antelo en el texto que acompaña sus fotografías.
Las fotos, montadas prolijamente con esquineros sobre hojas de álbumes de la época en que Antelo vacacionaba en Chapadmalal, registran paisajes vacíos en un día nublado cuando, entre nubes, olas y algo de verde, se ven los techos de tejas de los hoteles. Alrededor de varias de las imágenes, un marco blanco imita el estilo en que imprimían los laboratorios color de los años setenta, donde figuraba el mes y un número que podría corresponder al año: FEB 71 se lee hacia la derecha, por ejemplo, de una de las fotos. De hecho, las fotografías de la muestra fueron tomadas durante un día de mayo del 2010. Esta confusión temporal se acentúa en una imagen lenticular, un dispositivo que permite imprimir dos imágenes sobre la misma superficie y que solía emplearse en todo tipo de objetos infantiles como libros, reglas y calcomanías a fines de los setenta. La artista lo utiliza para superponer un retrato de la época, en el que se ve a una mujer sentada al borde del agua, con una foto actual de la misma playa vacía, como si, ante el avance del agua, la figura se hubiera desvanecido.
Al mismo tiempo, se puede oír una grabación que repoduce en loop la voz de una niña que va leyendo diferentes “comunicados” que regulan la vida familiar. La autora adaptó los tristemente célebres comunicados oficiales de la junta militar al contexto de la vida de un niño en el hogar familiar. Así, la voz infantil va mencionando los valores esenciales de moralidad e idoneidad para terminar afirmando el orden vertical parental, donde los padres mandan y los niños se limitan a obedecer. En su entonación, se hace evidente que, más allá de sus esfuezos por hacer una lectura correcta, la niña no comprende lo que está leyendo. Lo que sí debe quedarle claro es la importancia del sacrificio y que se establecen penas de reclusión por fantasías y juegos que contradicen las normas de una educación estricta.
Las ansiadas vacaciones de verano chocan con la estructura hotelera y sus jerarquías que se miden en estrellas. Chocan también con los pabellones, con esa arquitectura que asimila el tiempo libre a la barraca militar y, en la mente infantil, quedarán ligados a la forma visible del tiempo libre. Establecen una lógica donde, años después, se superponen deseos frustrados y cumplidos, fantasías, ambiciones y temores familiares con la nostalgia de un tiempo que se fue con el mar.

Marcel Antelo
Chapadmalal

Galería Wussmann –cellar-
Venezuela 570, Buenos Aires, Argentina

Hasta el 11 de noviembre
Lunes – viernes, 14 – 20 hs.



Reportaje para Fotomundo, realizado por Maria Sivak


MARÍA SIVAK
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Es una de las tres ganadoras del Foro Internacional de Portfolios que se realizó durante los últimos Encuentros Abiertos, Festival de la Luz en agosto y septiembre del 2010. Más de veinte revisores internacionales y destacadas personalidades nacionales del mundo de la fotografía vieron con detenimiento el trabajo de los fotógrafos inscriptos. Hasta el 25 de agosto la obra de Marcel Antelo Niños en Casting puede visitarse en el Espacio Fotográfico Teatro de la Rivera.

María José D’Amico, Lorena Guillen Vaschetti y Marcel Antelo fueron las tres elegidas. Comentamos en anteriores ediciones los trabajos de D´Amico y Guillen Vaschetti. Ahora nos adentramos en el mundo de las imágenes que nos propone Marcel Antelo.
Nacida en Merlo, provincia de Buenos Aires, se graduó como Licenciada en Administración de Empresas pero cuenta que desde el momento en que tocó una cámara réflex, en el año 2000, comenzó por completo a dedicarse a la fotografía.
ninos_en_casting_diptico6Niños en casting, díptico.
¿Qué fue lo que te inspiró a iniciarte en el mundo de la imagen?
Siempre tuve la dualidad ciencias duras / arte. Mis padres no apoyaban los caminos artísticos, por lo tanto, luego de haber incursionado en la aviación, estudié una carrera convencional. En el 98/99 vendí la empresa que tenía con mi ex-marido, en ese momento, además de divorciarme, comencé un curso de fotografía, aproveché la coyuntura y comencé a hacer lo que me gustaba (no sin culpa en un comienzo).
Empecé a trabajar casi inmediatamente con moda y editoriales, así calmaba la sensación impuesta por mi educación de “no hacer nada productivo...”. Hoy estoy totalmente abocada a mi trabajo autoral. No hago nada publicitario, a no ser alguna excepción, y es cuando puedo trabajar libremente ya sea porque les interesa mi estética o porque se trata de un tema o personaje que me interesan.
ninos_en_casting_diptico9Niños en casting, díptico.
Siempre tuve interés en las artes visuales, la fotografía me permitió desarrollar mi parte estética y creo fervientemente en el discurso artístico para sublimar conflictos propios, despertar sentimientos y reacciones ajenas, desempolvar miradas y combatir prejuicios.
Durante la revisión de Portfolios Marcel presentó su trabajo “Niños en Casting” que tiene como protagonistas a los niños no elegidos para las campañas publicitarias. Dice Marcel: “¿qué pasa con la estructura psíquica en formación de estos chicos? Quienes, seguramente, una y otra vez son sometidos por sus padres (porque casi ninguno va por su propia voluntad) a la tensión obvia de un proceso de selección en el que quedan excluidos.
Consciente de cuáles son los cánones comerciales del mundo contemporáneo, Marcel intuyó rápidamente quienes iban a ser rechazados por las marcas de ropa. En ese punto comenzó a trabajar con dos cámaras, una digital para los contratos comerciales y otra analógica de formato medio para su documentación personal. Todas las fotografías de “Niños en Casting” son tomas directas en estudio con cámara de formato medio 6 x 4,5 y película negativa. Fueron realizadas desde enero del 2006 hasta marzo del 2009.
Chapadmalal_1Chapadmalal.
Los retratos de los niños son presentados en forma de dípticos junto a plantas en macetas:“Siempre tuve sentimientos hacia la botánica, hacia lo vegetal y me encontré ubicando a mis plantas elegidas junto a mis niños elegidos, como una analogía estética que, en forma solapada, validaba metafóricamente un proceso muchas veces hasta despiadado y frío. Además de mi decir fotográficamente, mi deseo, es el de motivar al espectador a reflexionar sobre temas como la niñez hoy, los medios, la publicidad, el rechazo con sus consecuencias en la formación de la personalidad de los chicos, y el rol de los padres en todo esto”.
Otra serie conmovedora de Marcel Antelo reúne fotografías bajo el título “Chapadmalal”, haciendo referencias al complejo ubicado a 30 km de Mar del Plata. “Mis padres, trabajadores de clase media, empecinados en lograr acoplarse a la movilidad social ascendente, posible en aquellos tiempos en base a “sacrificios” y ahorro, lograron armar una “familia tipo” que, con recursos sumamente controlados podía vacacionar en el complejo marplatense”.
ChapadmalalChapadmalal.
El trabajo reúne fotografías copiadas en papel fibra, pero dice Marcel que necesitaba algo más al momento de mostrar “Chapadmalal”, es por eso que además armó una instalación sonora y compuso piezas impresas con sistema lenticular en caja de madera, enmarcadas con partes de viejos álbumes.
“La palabra Chapadmalal es de origen araucano y significa corral pantanoso, esto constituye una ironía toponímica, ya que no tiene nada de corral ni tampoco de pantano. En mi historia, es el nombre adecuado. El recuerdo de este lugar mítico se me presentaba como espacios vacíos, llenos de ausencias, con imágenes de momentos familiares no exactamente felices, sino más bien melancólicos. Juegos solitarios entre “barracas” con pretensiones de parques de diversión, en mi recuerdo no eran más que la escenografía, el telón de fondo de una época terriblemente lejana. Por esto decidí tomarme el tiempo necesario para fotografiar este conjunto de pabellones al lado del mar. El clima y los cielos no fueron un detalle circunstancial sino una elección conceptual y estética. Para muchos argentinos este lugar es simbólico en varios sentidos; político, social, económico. Para muchos es un símbolo del peronismo y su ideología. Para mi es mucho más que todo eso. Este es el Chapadmalal de mi infancia, de sonidos ahogados, de olor a calentador de alcohol para el agua del mate, de fotos caseras fuera de foco, de una lejanía tan grande que tuve que regresar y “re-tratarla” para poder apropiarme de esos momentos de mi vida de niña”.
¿En que proyecto fotográfico estás trabajando actualmente?
“Actualmente estoy cerrando “Portarretratos Florales (retratos familiares)”. Es una obra compuesta por 10 a 15 piezas. Estoy terminando de editar las tomas finales de mármol de Carrara en las que imprimo las fotografías. Pienso presentarlo en el próximo Festival de la Luz en Buenos Aires y en el FotoFest de marzo 2012 en Houston. También estoy diseñando un gran backlight de un tenor más político que el resto de mis trabajos y estoy armando un proyecto, más psicoanalítico y más abstracto, que va a incluir grabado”.
Más fotos y ensayos en: marcelantelo.blogspot.com y www.marcelantelo.com




Ensayo sobre "niños en casting" - Marcel Antelo



“niños en casting” (rechazados) - ensayo sobre la obra
Mientras realizaba las tomas necesarias para la selección de “niños-modelo” para la campaña
de una marca de indumentaria infantil (tarea que hacía desde un tiempo atrás), comencé a
interesarme en los niños que no eran “elegidos”, que eran “rechazados” para hacer el
“trabajo”. Qué pasaba con la estructura psíquica en formación de estos chicos que,
seguramente, una y otra vez eran sometidos por sus padres (porque casi ninguno hubiera
ido por su propia voluntad) a la tensión obvia de un proceso de selección en el que
quedaban excluidos.
Comencé entonces a trabajar con dos cámaras, una digital para los fines comerciales y otra
analógica de formato medio para los retratos de los niños que, yo intuía, no eran los
“indicados” para el aparato publicitario. Niños lindos todos, pero que no estaban dentro de
lo “establecido” por lo mediático y que, obviamente, iban a quedar fuera de lo que sus
padres, ciegos emocionalmente a lo que implica esta situación, querían para ellos y para si
mismos. Niños que se paraban frente a mi cámara esperando que los elijan, que los acepten.
Ser ellos los que, como seguramente les prometieron, iban a salir en revistas o en la tele.
(Afortunadamente he presenciado situaciones de negación rotunda a participar, aun frente al
soborno de sus progenitores con golosinas, juguetes y salidas que exclamaban “…dale!!!...
una foto y vamos a …o te compro…, por favor…!!!”).
Luego de varios castings para varias temporadas de realización de campañas, comenzó el
proceso de edición. Qué niños elegía yo para mi trabajo (otra vez aceptación y rechazo,
como un eterno e inevitable casting…).
Concomitantemente, hacía fotos de plantas en maceta, de mis plantas en maceta, las mías.
Las trasladaba al lugar que quería y las fotografiaba.
Siempre tuve sentimientos hacia la botánica, hacia lo vegetal y me encontré ubicando a mis
plantas elegidas junto a mis niños elegidos, como una analogía estética que, en forma
solapada, validaba metafóricamente un proceso muchas veces hasta despiadado y frío.
Además de mi "decir fotográficamente", mi deseo, es el de motivar al espectador a
reflexionar sobre temas como la niñez hoy, los medios, la publicidad, el rechazo con sus
consecuencias en la formación de la personalidad de los chicos, y el rol de los padres en
todo esto.
Marcel Antelo